Pateo clásico intermunicipal entre Teror y Arucas, subiendo al Pico Osorio y bajando hacia el Picacho y bajando por Riquianez en un día ventoso, frío y lluvioso lo que le dió su encanto pero que casi nos cuesta un resfriado de aúpa, porque aunque llevamos ropa de agua, se hizo insuficiente. La bajada desde el Pico al llano se hizo infernal por lo resbalaladizo de la bajada, por lo que tuvimos que andar todo el tiempo agarrándonos de los distintos matojos que se sacrificaron para que no nos matásemos por ahí para abajo.
Aunque ahora y sin proponérnoslo ha quedado más limpio el camino.
De todas formas, mejor realizar esta ruta en un día soleado y primaveral, para disfrutar más de las impresionantes vistas. Hay que tener en cuenta que, esta ruta es más larga de lo normal, por el pateo de Osorio y la subida al Picacho, que son salvables, en cualquier caso.
